Para qué sirven las Smart Cities?


Se intuye que el siglo XXI será el de las ciudades, pues la urbanización del planeta avanza a pasos de gigante (se espera el 84% en 2030). Optimizar la gestión de los recursos precisará de  hacerlo también en las ciudades. Para ello se propone el modelo de las “ciudades inteligentes”, capaces de entender en cada momento qué se precisa. La idea es repensar las ciudades desde la sostenibilidad: ajustar la demanda de recursos con la oferta disponible en cada momento, reduciendo residuos, mermas y pérdidas. Las “smart cities” monitorizan en tiempo real la vida en la ciudad (humedad, tránsito, temperaturas, ocupación, polución, etc.), para conocer las demandas instantáneas y así gestionar la producción on line; es decir, mejorar el uso del agua, fluidizar el tráfico, reducir el consumo del alumbrado...



¿Útil? ¿Positivo? Tengo mis dudas. Por varias razones. Por un lado, me gustaría saber como encajan las personas en las “smart cities” esas; por otro, cómo se internalizará la autoproducción de energía de los privados en la ciudad (algo que se producirá a escala masiva en pocos años, motivada por la grid parity, ya verán). En resumen, cuál va a ser el rol del individuo, con tanta centralización de datos. Tampoco tengo muy claro qué acaban aportando al ciudadano las ciudades esas.  ¿Cuáles son las ventajas de ese milagro?


Internet y las tecnologías digitales se han hibridado con nosotros casi totalmente: las tecnologías se han socializado (mire un iPhone -con un sólo botón-, o piense en un tablet) y la sociedad se ha tecnificado (imagine sólo un día sin banda ancha). ¿Hasta qué punto las redes sociales forman ya parte de nuestra identidad? ¿Nos podemos expresar sin ellas? ¿Es allí donde se nos espera socialmente? ¿Se cubre así nuestra socialización? ¿Qué perdemos de no estar allí? ¿Qué ganamos de estar? Y sí, hablamos de Facebook y de Twitter, pero también del e-mail, los blogs, los SMS (bueno, a esos los mató Whatsapp), Flickr, LinkedIn… El social media  permite una relación entre la sociedad mucho más horizontal. Es innegable. Que un tipo tuiteara su hartazgo de un programa de la telebasura española consiguió que sus anunciantes renunciasen… en una semana. La presión que generó el contagio viral de opiniones negativas fue enorme. Resultado de la comunicación lateral que facilitan las redes sociales: si se consigue masa crítica suficiente, permiten consolidar esquemas colectivos de relación bottom-up, es decir de abajo hacia arriba.


Articulo de David Ruyet:
http://davidruyet.wordpress.com/2012/01/12/para-que-sirven-las-smart-city/ 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El uso de las nuevas tecnologías no será la solución al futuro de las ciudades, serán una nueva herramienta mas, pero lo importante seguirá siendo la participación de los ciudadanos en la procesos de gestión de la ciudad.

Anónimo dijo...

Las smart cities es un concepto inventado por las grandes empresas que pretenden implantar sus productos en las ciudades con la excusa de una mejor gestión de los recursos de estas. Cuando lo realmente importante es desarrollar ciudadanos inteligentes, no ciudades inteligentes.

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